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AÑOS
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FAMILIAS
Formacion Humana
A continuación 12 sugerencias para enseñar a los niños el agradecimiento y crear una familia más feliz.
1. ¡Sorpréndanlos!
Eviten muchas opciones: Las sorpresas ayudan a los niños a ver las cosas como un don y no un derecho. Tener muchas opciones provoca infelicidad – al preguntarse si se podría tener algo mejor. Una tarde intentamos hablar con nuestros hijos sobre el lugar donde podríamos irnos de vacaciones de verano. En cinco minutos Disney World no era un destino suficientemente bueno. Cualquiera tenía una idea mejor y ya ninguno estaba feliz con cualquier cosa que se dijera. Terminé rápidamente la conversación, y alrededor de una semana después anuncié que tenía una gran sorpresa – iríamos al Monte Rushmore. Mostré mis planes para nuestras vacaciones en el campo en el parque nacional y los niños no podían estar más emocionados. Nuestro viaje de presupuesto reducido se había convertido en un gran éxito.
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2. Hablen de la mejor parte del día:
Encuentren cada día algún tiempo para hablar de aquello por lo que están agradecidos – quizá en la cena, antes de ir a la cama o mientras manejan. Pregúntenles a sus hijos: “¿Cuál fue la mejor parte de su día?” Para los niños más grandes, intenten tener un diario de gratitud. Se ha verificado que los diarios de gratitud son un instrumento eficaz para ayudar a los niños a ser más felices. Un estudio invitó a escribir a 221 niños del sexto y séptimo año cinco cosas por las que estaban agradecidos cada día durante dos semanas. Tres semanas después, estos estudiantes tenían una perspectiva mejor de la escuela y una mayor satisfacción respecto a aquellos a los que se les había encomendado escribir cinco cosas que les parecían difíciles.
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3. Enseñen a sus hijos su pasado:
¿Cuáles son sus historias de familia acerca de las dificultades y la perseverancia? La bisabuela de mi esposo planchó toda la vida, y su plancha es un sostenedor de libros en nuestra casa, que les recuerda a los niños qué significa de verdad el trabajo duro. De niña, mi abuela lavaba los platos por diez céntimos a la semana durante la Depresión. Teníamos su fotografía en el estudio, y le contamos a nuestros hijos su historia. ¿No están seguros de su pasado? Hagan un viaje de familia al museo de historia, a un campo de batalla o a un lugar histórico. Volverán a casa agradecidos. 4. Ayuden a sus hijos a servir a alguien que no “tiene necesidad” de caridad: Para los niños es muy bueno participar en la recogida de alimentos de los scouts y en otros programas caritativos de la comunidad, pero estos eventos se llevan a cabo pocas veces al año, y raramente se encuentran con las Existen personas en su vida cotidiana a las que sus hijos pueden servir regularmente, aunque estas personas no tengan propiamente necesidad de caridad. Tenemos una vecina que vive sola y aprecia mucho lo que sobra de nuestras comidas: así no tiene que cocinar sólo para una persona. A nuestros hijos les encanta llevarle la comida. 5. Concéntrense en los aspectos positivos, todo el día: Digo a mis hijos muchas veces al día, “la actitud es una elección”. Escoger tener una actitud positiva es nuestra regla principal en casa. Es un esfuerzo que dura todo el día para intentar superar las quejas y celos y concentrarse en los aspectos positivos. “Tengo sed” tiene que volverse: “Mamá, ¿me das de beber, por favor?, “¿Dónde están mis zapatos?” tiene que volverse “Papá, ¿me puedes ayudar por favor a buscar mis zapatos?”
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6. Decir “gracias”:
Enseñen a los niños a decir “gracias” como parte de una frase completa, por ejemplo “gracias papá, por haber hecho la cena”. Animen a los niños que están en la escuela a decir “gracias” durante el día, sobretodo cuando los ayudan a prepararse para la escuela o al llevarlos a las diversas actividades. Hagan que sean agradecidos con los entrenadores y profesores. Luchen para que sus hijos digan “gracias” sin que se les tenga que recordar. Durante diez años les recordé a mis hijos decir “gracias” cuando se les servía en el restaurante, pero no logré que lo hicieran sin tener que recordárselo. Ahora si se olvidan de decir “gracias” deben buscar al mesero que les ha servido y agradecerle personalmente antes de irse. Ya no hacen falta los recordatorios..
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7. Den ejemplo:
¿Cuántas veces al día dicen “gracias”? ¿Les han dicho a sus hijos las cosas por las que están agradecidos? Nuestros hijos miran nuestro actuar. No podemos pedirles que sean agradecidos si nosotros no lo somos. Vayan a casa y hablen de las partes felices de su día, escogiendo una opción consciente para que no se lamenten.
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8. Enseñen “es mejor dar que recibir.”
Incluso los más pequeños pueden comprar o dar regalos a los demás: lleven a los niños más pequeños a comprar a la tienda “todo a un euro”. Desafíenlos a escoger regalitos para los demás sin comprar algo para sí. ¡Es difícil!
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9. Encuentren el tiempo para los trabajos domésticos:
La mayor parte de los niños tiene alrededor de cuatro horas entre la vuelta de la escuela y la hora de irse a dormir. En estas cuatro horas tienen que hacer la tarea, llevar a cabo las actividades extraescolares, cenar, bañarse y prepararse para ir a dormir. Es difícil encontrar tiempo para las tareas domésticas, pero sin ellas los niños no pueden entender qué significa gestionar una casa, dando por sentado la colada y los platos limpios. Encuentren tareas del hogar para sus hijos que sean aptas a su edad, aunque sean sólo cinco o diez minutos al día. Dejen los trabajos domésticos que requieren más tiempo para el fin de semana, por ejemplo la limpieza del baño, cambiar las sábanas.
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10. Logren que los más grandes cuiden a los más chicos:
Se dice que no se logra entender realmente qué quiere decir educar a un niño hasta que no se tienen los propios. Quizá es verdad, pero dar a los hijos mayores la responsabilidad de los más chicos los ayudará a tener un comportamiento de agradecimiento en relación a los padres.​
Junten a los grandes y a los chicos para llevar a cabo los trabajos domésticos o las tareas. Los niños de edad escolar pueden leer un libro a los más pequeños o ayudarlos a vestirse. Sus hijos más grandes adquirirán confianza en sí mismos y un sentido de responsabilidad y la relación que construirán con los más chicos durará toda la vida.
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11. Hagan regalos “experienciales”, no de objetos:
¿Demasiados juguetes? ¿Qué piensan de regalar un abono para el museo del niño, una inscripción al fútbol o un campamento? Los regalos “experienciales” construyen las relaciones.
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12. Monitoreen los medios de comunicación a los que están expuestos sus hijos:
Nuestros hijos son bombardeados por publicidad apta para varias edades y están muy jóvenes para entender o para oponer resistencia. Los medios de comunicación favorecen el materialismo. Es nuestra tarea monitorear cuidadosamente los medios a que están expuestos los niños para que no sean arrastrados por la publicidad y no sientan incompletos o no realizados.
Common Sense Media es un sitio web que ofrece datos e información sobre publicidad que tiene como objetivo a los niños para la televisión, las películas, los juegos y los libros, de manera que los padres no sean aplastados por la cantidad de medios existentes.
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Por Kathleen M. Berchelmann,MD es asistente de Pediatría en la Washington University School of Medicine de San Luis y madre de cinco niños. Contribuye regularmente en Aleteia, Childrens MD, CahtolicPediatrics y CatholicMom, y en muchas transmisiones televisivas y radiofónicas. Su página web es KathleenBerchelmannMD.com.